
Lo que una vez dio vida puede seguir sanando.
Ayudando a otros
Tu placenta tiene el poder de ayudar a bebés, niños y adultos que enfrentan desafíos médicos graves.
Sabías?
Cada año, miles de placentas se desechan como residuos médicos, pero en realidad tienen el potencial de tratar y sanar a pacientes de todas las edades, desde bebés hasta personas mayores.
Al donar tu placenta, estás ofreciendo una segunda oportunidad de vida a personas que sufren de condiciones dolorosas o difíciles de curar.
El asombroso trabajo de la placenta
Durante tu embarazo, tu placenta cumple un papel extraordinario para mantener a tu bebé saludable:
-
Nutre a tu bebé con nutrientes esenciales
-
Filtra toxinas para proteger a tu bebé de daños
-
Funciona como pulmones, suministrando oxígeno a tu bebé
-
Produce hormonas vitales para el crecimiento y desarrollo
Es una verdadera maravilla biológica, pero después del nacimiento, normalmente se desecha.
Tu donación puede ayudar a tratar:
Una elección simple. Un impacto profundo.
Al elegir donar tu placenta, estás dando a otros la oportunidad de:
-
Recuperarse más rápido
-
Recuperar su independencia
-
Vivir sin dolor
Todo gracias a una donación que no te cuesta nada y no interfiere con tu experiencia de parto.
Conviértete en donante
Tu placenta ya dio vida una vez—ahora, puede hacerlo de nuevo.